Desmontando la Ihagee Plan Paff Nr.7

Casi cada vez que una cámara de cajón en mis manos, no resisto la tentación y he de practicarle una vivisección para ver cómo es por dentro.
Normalmente esas cámaras son tan sencillas que es muy difícil hacer algo mal.

En el caso de la Ihagee Plan Paffa, aparte de mi curiosidad científica, me movía el impulso de arreglar la cámara ya que parecía que el obturador no trabajaba correctamente. Como en la mayoría de los casos, la mejor manera de arreglar algo es saber cómo funciona, así que no me lo pensé dos veces.

Para la operación no hará más falta que un destornillador plano fino (de los de relojero o similares) y, como siempre, una superficie plana, clara, acotada y bien iluminada. El ponerse a desmontar algo sobre las rodillas es la mejor manera de perder piezas y lo digo por experiencia propia...

Ataquemos pues el asunto. Para acceder al mecanismo de disparo de la Paff hay que actuar de manera casi idéntica a como lo haríamos con una cámara de cajón de esa época.
En el panel forntal encontramos varios tornillos. De todos ellos sólo habéis de desenroscar los 4 que está ubicados en las enquinas del panel forntal. Hay 3 tornillos alrededor del agujero del objetivo, que no hace falta que se toquen. En mi cámara, tras casi un siglo de permanecer dentro, había 3 tornillos que no se movía y corría el riesgo de romper si apretaba más. Por suerte uno inferior era más grande que el resto y se dejó sacar. Los otros salieron haciendo algo de fuerza. Recordemos que están atornillados en madera, por lo que al final pueden salir de esta manera. Al montar el frontal de nuevo, habremos entonces de encajar los tornillos y no enroscarlos. Caso que el frontal quede suelto, siempre podremos encontrar un tornillo nuevo con que hacer rosca de nuevo en la madera.

La palanca de bajada del espejo me preocupaba algo, ya que no sabía qué me esperaba tras ella. Por suerte se puede (y debe) desenroscar sin problemas el tornillo que la sujeta y separar ambos.
Una vez extraídos los 4 tornillos (los que no se desenroscan se pueden dejar fijos en el frontal) y la palanca, ya podemos retirar el frontal.

Una vez dentro, vemos que el sistema es tan ingenioso como simple (con las limitaciones para la cámara que ello implica, claro). La palanca del espejo acciona otra palanca interior que baja con el mismo y a su vez se queda fijada en una muesca del disparador al cual tensiona de esta manera. Al bajar, desplaza hacia abajo a la guillotina que hará las veces de obturador.

Y aquí residía el problema del obturador. Posiblemente por algún golpe o movimiento brusco, el muelle del al guillotina se había salido de sitio, con lo que ésta siempre estaba abajo y no se podía realizar la obturación.

Colocarla de nuevo en su sitio (un agujero al efecto en la base de la guillotina) fue muy sencillo. Con esto el obturador funcionaba de nuevo, aunque a veces le costaba subir hacia arriba. El muelle (resorte de cable) había perdido tensión, así que simplemente hube de apretar un poco para forzarlo hacia arriba y colocarlo de nuevo. Ahora el obturador funciona perfectamente! :-).

Aprovechamos ya para ver y comprender el resto de la maquinaria. Abajo del todo se encuentra la palanca para disparar la cámara en modo "B". Si accionamos dicha palanca, al apretar el disparador se libera el engranaje del espejo que sube hacia arriba por medio de un resorte permitiendo el paso de la luz a través de objetivo para iluminar la placa, como lo haría normalmente. Pero en este caso la posición de la palanca en "B" hace que un saliente al efecto de la palanca del disparador evite que la guillotina suba, con lo que entrará luz por el objetivo mientras mantengamos apretado el disparador. Al soltarlo, se libera la guillotina y ésta se coloca (gracias al resorte recolocado) delante del objetivo cortando el paso de la luz.

La cámara disponía (mi ejemplar la ha perdido por desgracia) de una lengüeta con tres diafragmas taladrados. Al apretar dicha lengüeta abajo del todo, se bloqueaba el disparador para prevenir disparos accidentales. Dicho mecanismo es una palanca con un resorte situado más o menos en la parte media, que al ser accionada por la lengüeta prevenía que la guillotina bajara hacia abajo, por lo que la cámara no se podía disparar.

Se podría ir más allá y desmontar el panel de madera con la maquinaria para acceder al espejo abatible, pero en este caso es una operación más compleja que no merece relamente la pena a no ser que el espejo esté muy sucio o deteriorado, así que lo dejé estar.

Volver a montar el frontal es tan fácil como recolocarlo con sus 4 tornillos y volver a poner la palanca (de agujero cuadrado) en su posición con su tornillo.



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